Para descubrir la belleza del corriente de Huchet, nada mejor que una paseo en galupa, un barco tradicional que permite deslizarse en silencio por sus aguas tranquilas. Esta excursión, verdadera inmersión en la naturaleza, te lleva a través de un paisaje cambiante, entre dunas y bosques sombreados. Desde el lago de Léon hasta el estuario, donde el corriente se une a la playa de Moliets, los visitantes recorren siete kilómetros de una experiencia sensorial única.
A lo largo del agua, la vista se pierde en una vegetación luxuriante, mientras que los oídos disfrutan de los cantos de las aves. De hecho, este sitio alberga más de 200 especies de aves, así como mamíferos como linceas, zorros salvajes u tortugas pequeñas de agua dulce. El corriente también es un lugar de paso para muchos peces, lo que hace que cada momento de observación esté lleno de descubrimientos.
Un santuario ecológico
El corriente de Huchet es un santuario para la biodiversidad, un lugar donde el hombre debe hacerse discreto para no perturbar el equilibrio frágil de los ecosistemas. La paseo en galupa invita a un viaje íntimo y calmado, lejos del ruido y la agitación. Es una experiencia fuera del tiempo, donde cada gesto está impregnado de respeto por esta naturaleza preservada.